NO ES MOMENTO DE LAVARSE LAS MANOS: YO VOTO POR MÍ LEY
El desarrollo del reciente debate presidencial entre el ministro Sergio
Massa y el diputado Javier Milei me hizo recordar aquel otro hace 35 años entre
el canciller radical Dante Caputo y el senador justicialista Vicente Leónidas Saadi
que finalmente desembocó en un referendum donde la posición del senador
de Catamarca logro solamente un 4,94 % de adhesión y puso fin a un grave
conflicto limítrofe con chile. Hoy a 40 años de democracia las encuestas
muestran una leve ventaja del candidato de "la libertad avanza". Los
medios de comunicación y las redes sociales en particular han entronizado a un
personaje conocido por sus visitas a ciertos programas de televisión donde como
panelista ha mostrado un curioso carisma enarbolando algunas consignas y
apoyando un cambio caracterizado por descabelladas propuestas
ultraderechistas y antidemocráticas. Gran parte del pueblo adhirió a su
discurso abrumado por muchos años de aumento de la pobreza y la inflación que
no pudo controlar un gobierno impotente ante el avance de los cuatro jinetes
del apocalipsis: la peste; el hambre, producto de una elevada deuda; la guerra
en las puertas de Europa y la sequía en la pampa húmeda. El debate desnudó la
inexperiencia e incapacidad del candidato Milei que trato de disimular algunas posiciones
como las ofensas al Sumo Pontífice, denostando a presidentes de la nación como Hipólito
Irigoyen quien fundo la etapa democrática en la Argentina con el voto secreto y
obligatorio y Raúl Alfonsín quien inauguró cuatro décadas de
democracia con el juicio a los genocidas. Milei insistió en cerrar el banco
central dolarizar la economía y eliminar la moneda nacional, no dijo nada
de su proyecto de privatizar la salud y la educación pero si de hacerlo con las
jubilaciones y pensiones, tampoco reitero la idea de la libre venta de armas y
de órganos, se rectificó de la quita de subsidios y nada dijo de la venta de
niños y la suspensión de la obra pública, tampoco habló del cambio climático y
la posibilidad de privatizar los ríos para combatir la contaminación. Muchos,
seguramente ante tanta improvisación e ignorancia, han decidido no votar o
votar en blanco. En mi caso no pienso ausentarme como nunca lo hice aunque no
tenga obligación de hacerlo por cuestiones de edad, tampoco votaré en blanco. La
ley permite que se presenten todos los partidos que estén en condiciones y de
no haber un vencedor categórico repetir la competencia entre los dos más
votados. Aquel que no logró que su partido persistiera debería votar por aquel
que le genere menos rechazo o en blanco. yo no quiero lavarme las manos en este
momento tan crítico, votaré contra el peor candidato y a favor del ministro Sergio
Massa como lo han manifestado muchos dirigentes del radicalismo como Federico Storani,
Ricardo Alfonsín y hasta el propio presidente de la UCR y dirigentes de otros
partidos como los socialistas de santa fe y los peronistas de Córdoba. Aunque
no lo haga con el entusiasmo de otras veces, yo voto por mí ley, mí ley es la
democracia, los derechos humanos, la república, la justicia social, la
libertad. En fin, todo lo que se oponga al oscurantismo y por las banderas de
la revolución francesa que dieron paso a la modernidad y a nuestra actual
civilización.-
Carlos “Charly” Campion
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