JOVEN MILITANTE

 

Foto gentileza compañera Amparo

El joven se la pasó toda la campaña caminando, entregando folletos, compartiendo estados, videos y hablando.

El joven militante se animó a hablar y en esta campaña, tuvo paciencia con el votante  opositor hasta que le tocaron la memoria.

Tenía esa gran ilusión que se convirtió en una desilusión.

Se enfrentó a discursos de odio, algunos de amor y otros llenos de incertidumbres.

¿Pero qué paso?¿ Acaso no alcanzo lo que hizo un joven militante? Trata de no reclamarse así mismo, porque sabe que el enojo no lleva a ningún lado.

Pero las preguntas resuenan en su cabeza y piensa ¿qué pasó el domingo en el cuarto oscuro?

Eso quería saber el joven militante, hasta que abrió las urnas y la desilusión empezó a subir por su cuerpo mientras pensaba en la poca memoria del pueblo.

Después de un difícil domingo, el joven militante, llega a su casa y siente una desilusión muy grande.

Le habían comentado del 2015, pero nunca imaginó sentir esa frustración de la que tanto hablaban sus compañeros militantes.

Ya pasaron unos días y se siente raro con el panorama, el joven militante el lunes volvió a la calle más fuerte que nunca, agarro sus pañuelos, el blanco, el verde, el naranja o el violeta y siguió en su lucha convencido de que no lo van a vencer.

Hay dudas en su mente de lo que se viene, pero no sabe qué puede pasar.

El joven militante siente un poco de miedo después de escuchar la tele, pero sabe que los medios no son muy confiables, se siente decepcionado de que a la gente le pese más el bolsillo que un gobierno de su agrado.

El joven militante es valiente, fuerte y está dispuesto a darlo todo.

Piensa un segundo en Néstor, lo recuerda y suspira pensando "que tipo valiente", a la vez se le vienen a la mente las madres, las abuelas y los hijos, tantos años sufrieron hasta que encontraron a Néstor y Cristina.

El joven militante no quiere que los hijos, ni las madres, ni las abuelas vuelvan a sufrir con discursos negacionistas, entonces decide que ahora es el momento de resistir por toda la sangre derramada de nuestros compañeros.

Cierra los ojos y piensa en los compañeros que dejaron su vida en el 55, en el 76 y en tantas luchas populares, tiene ganas de luchar por ellos también.

El joven militante sabe que después de la resistencia vendrán buenos tiempos, tiempos de justicia. Le enseñaron que el amor vence al odio y la lucha por lo que uno quiere es lo que hace  fuerte a su corazón.  

Un saludo para toda la juventud.

Martina (18 años)

Estudiante

 

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